Se trata de un grupo de 22 estudiantes del grado tercero de la institución Club Unión, sede C, ubicada en el barrio Colorados al Norte de Bucaramanga, quienes visitaron el Laboratorio de Recursos Ambientales de las UTS, como parte de su proyecto de investigación.

Estos niños, cuyo promedio de edad es de 8 años, conforman el 'semillero' PIA, Pequeños Investigadores Ambientales. Junto la asesoría de su docente, Lina Fernanda Jaimes Cote, trabajan en un proyecto que busca determinar la calidad del agua que se consume en el barrio Colorados en relación con las enfermedades intestinales que presentan los residentes del sector.

“Los niños se nos enferman muy seguido del tubo digestivo. Estamos investigando la calidad del agua que se consume en las casas y en las escuelas. Hemos creado un proyecto y dentro del mismo estaba la visita a las UTS para que en sus laboratorios conozcan que organismos están presentes en el agua y pueden ser dañinos para la salud humana”, explicó la docente.

José David Córdoba es uno de los Pequeños Investigadores Ambientales. En las UTS aprendió el manejo de las pipetas, probetas y el microscopio. “Quiero saber más para ayudar a mis compañeritos que se enferman. Estamos investigando sobre el agua y que propiedades tiene que enferman a la comunidad”.

Los estudiantes de primaria fueron guiados por la docente de la Tecnología en Recursos Ambientales, Carolina Hernández, quien les enseñó el uso básico de los elementos de un laboratorio y los montajes de muestra para ser analizados en los microscopios.

“En la institución a la que ellos asisten a clases no cuentan con un laboratorio como el que tenemos en las UTS. Aquí les abrimos las puertas no solo como una visita escolar sino para incentivarlos y acompañarlos en su trabajo de investigación”, manifestó la docente de las UTS.

Al finalizar la visita varios de los pequeños expresaron su interés por, en un futuro muy cercano, ser estudiantes de las Unidades Tecnológicas de Santander, como Nathalia Michelle Carvajal, “Me gustaría estar aquí porque hay un laboratorio muy grande, muy bonito y muy aseado”.

Dayanna Lozada, otra de las integrantes del ‘semillerito’, tampoco lo dudó en pensar en continuar su educación en las UTS. “He aprendido muchas cosas, a manejar el microscopio, me gustaría estudiar acá para ser una muy buena profesional”.

Estos infantes serán en un futuro los nuevos estudiantes de las Unidades Tecnológicas de Santander. Pero desde ya, con su proyecto de investigación, están aportando sus conocimientos para mejorar la calidad de vida de sus vecinos.

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