Las Unidades Tecnológicas de Santander, experiencia exitosa para el Ministerio de Educación Nacional en el tema de la orientación vocacional, fue invitada a San Andrés, Providencia y Santa Catalina, para enseñarle a la comunidad educativa la metodología diseñada.

Teniendo en cuenta que dentro de las estadísticas de deserción en la educación superior el Ministerio de Educación Nacional considera como una de las variables con mayor influencia la inadecuada Orientación Vocacional,  las UTS presentaron al MEN un proyecto para intervenir los grados 11 de algunos municipios de Santander; experiencia que demostró la necesidad de que este programa responda a un proceso sistemático, estandarizado y con unas competencias específicas, para lograr el objetivo último de tener una población joven con claridad y conciencia sobre su futuro inmediato, reduciendo factores de riesgo a la hora de tener que tomar decisiones sobre su vida.

En este contexto se hace necesario hacer un barrido sobre los diferentes hechos normativos y de tendencias de desarrollo en los sistemas educativos que permiten comprender que la orientación vocacional no responde a una línea de acción de moda sino por el contrario, es un eje estructural de los niveles de educación básica y media que se ha dejado de hacer, y que ahora encuentra un papel protagónico.

Así que más allá de buscar integración entre niveles, se ha hecho necesario empoderar la Educación Media en cuanto a la Orientación Vocacional, a la formación en competencias laborales y específicas para la adecuada comprensión de las diferentes disciplinas. Y es en este punto donde el problema comienza a tomar luz cuando se identifica que muchos jóvenes que ingresan a la Educación Superior no terminan, desertan o migran de un programa a otro.

Para las UTS la experiencia se ha adquirido desde una postura al lado del camino, la reflexión en torno a la orientación no ha sido resultado de la política de cobertura y el fenómeno de la deserción. Ha nacido de la interacción con la comunidad de estudiantes de los grados 10 y 11 de algunas instituciones de educación media del área metropolitana de Bucaramanga, donde se percibió un alto grado de privación sociocultural que dificulta el reconocimiento y comprensión del contexto por parte de los  jóvenes y por lo tanto la adecuada toma de decisiones. Al respecto Manuel Borrego Rivas en su texto “Orientación Vocacional y Profesional” plantea:

“La información vocacional se configura como algo esencial e imprescindible en nuestros días por la complejidad cada vez mayor de la vida moderna; particularmente en los aspectos sociales, laborales, económicos y educativos. Sin información la persona se queda aislada, sin posibilidad de elegir, desconociendo las múltiples opciones que el entorno le ofrece para encauzar sus intereses vocacionales y profesionales”

A partir de ello se pensó en un proyecto de OVP que les permitiese a los jóvenes acercarse a los diferentes objetos de conocimiento, sus campos de aplicación, su perfil. En el año 2012 se desarrollaron 15 talleres de OVP en 5 municipios del departamento, capacitamos en el tema a 70 docentes sin embargo, al finalizar el plan previsto sentimos que no teníamos la certeza de que las actividades realizadas fueran garantes de una adecuada orientación sumada a la actitud con que las instituciones de educación media asumían los talleres de orientación (como una actividad sin fin, ni propósito, como un requisito); de hecho no se logró que los consejos directivos y los rectores firmaran compromisos para incorporar dentro de su Proyectos Educativos Institucionales PEI la OVP.

Sentimos la necesidad de estructurar los contenidos de la OPV de manera sistemática, hilada, coherente de forma que ocupe realmente un lugar significativo dentro de las IEM, así se presentó la propuesta en el año 2012 al MEN nuevamente y se nos aprobó la construcción de la Cátedra de Orientación Vocacional OVP con los resultados que hoy tenemos con el fin de que pueda ser tenida en cuenta dentro de la planeación curricular de las instituciones de educación media del país lo cual perfectamente pueden hacer los rectores y consejos directivos de acuerdo a la facultad que les da el decreto 1896 en el artículo 37 y dentro de ese 20% de electivas que les da la ley.

La Cátedra de Orientación Vocacional y Profesional se diseñó para ser desarrollada durante todo el año lectivo, diferente a las ferias universitarias, con componentes para cada periodo académico, con competencias generales y específicas, como puede resumirse en los siguientes cuadros.